Seguramente cada vez te sorprendas más con lo que puede hacer el yoga para ayudarte a prevenir algunas condiciones médicas, aminorar los síntomas de algunos trastornos e incluso para mejorar tu ánimo.
Así como en el artículo pasado que te contamos los beneficios que tiene el yoga para la menstruación, poco a poco te iremos desvelando más formas en las que esta práctica te puede ayudar para tener una mejor calidad de vida.
En esta ocasión, por lo tanto, te queremos hablar sobre el yoga y las personas de la tercera edad, ¿es esto posible? Aunque parezca que los adultos mayores no tienen la energía o la salud suficiente para hacer cualquier esfuerzo físico, te diremos que estás equivocado en esta afirmación.
Yoga para todas las edades
El yoga es una disciplina que suele pensarse únicamente para adultos que buscan meditar y mejorar un poco su movilidad, sin embargo, el yoga es apto para cualquier persona sin importar su edad o género.
La práctica del yoga, así como puede generar una gran cantidad de beneficios para mejorar diversos aspectos del cuerpo y la mente en adultos, como lo vimos en contenido anterior, también se pueden aplicar sesiones de yoga para niños que les permita conocer su cuerpo desde temprana edad, mejorar su coordinación, reducir sus niveles de estrés, entre otros beneficios.
Gracias a que el yoga es una disciplina integral que se puede realizar con distintas técnicas y estilos, tanto intensas como más sencillas, el público que puede beneficiarse del yoga es muy variado, de ahí que niños y mujeres embarazadas puedan practicarlo. De hecho, cada vez son más populares las sesiones de yoga prenatal e infantil en estudios especializados como yoga Bilbao.
Por este motivo el yoga no puede excluir a personas de la tercera edad que busquen mejorar sus condiciones motrices, su estado mental, capacidad respiratoria y mucho más. ¿Te interesa conocer más sobre en qué ayuda la práctica del yoga a las personas de tercera edad? Entonces sigue leyendo pues a continuación te lo explicaremos más a detalle.
Beneficios del yoga para adultos mayores
Quizás pienses que el yoga para adultos mayores puede ser una actividad un tanto peligrosa o inapropiada por ellos por las exigencias que pueda tener en su cuerpo, sin embargo existen sesiones que se pueden adaptar a las condiciones de cada persona y los beneficios son mayores a los riesgos que puedan presentarse, claro que esta disciplina debe realizarse con supervisión de un experto y con la previa autorización de un médico.
Pero entonces, ¿cuáles son los beneficios del yoga para los adultos mayores? El yoga trabaja la conexión entre el cuerpo y la mente, y una de las condiciones que es más recurrente en las personas de tercera edad es el problema de insomnio. Afortunadamente ésta puede mejorar considerablemente con la combinación de técnicas variadas de respiración y las asanas que ayudan a relajar el cuerpo completo.
Unido a ello la reducción del estrés y el insomnio también permite mejorar la condición anímica de las personas, ya que el aumento en el descanso equilibra las emociones de las personas. Con lo anterior se pueden prevenir y reducir los síntomas de trastornos tales como la depresión y ansiedad, e incluso incrementa la positividad y la energía.
En cuanto a las mejoras físicas que permite el yoga está la corrección de mala postura, uno de los problemas más comunes en las personas de la tercera edad; de igual manera se pueden prevenir los problemas óseos y se reduce el riesgo de caídas debido a que aumenta la capacidad de equilibrio.
El yoga para adultos mayores beneficia su movilidad para que no pierdan flexibilidad y fuerza muscular, vertebral y articulatoria. Y por si fuera poco también los beneficia en el sistema digestivo y respiratorio.
Posturas de yoga para adultos mayores
Aunque parezca un tanto riesgoso que una persona de edad avanzada practique cualquier tipo de actividad física, el yoga cuenta con posturas de bajo impacto que permiten que los adultos mayores puedan obtener todos los beneficios del yoga que ya mencionamos anteriormente.
Las siguientes posturas, aunque son seguras para las personas de la tercera edad que quieran practicarlas tienen que ser supervisadas por un profesional en este ámbito para evitar lesiones que puedan ser peligrosas.
1.- Vrksasana
La Vrksasana o la postura del árbol consiste en colocar todo el peso del cuerpo en la pierna izquierda mientras la otra se flexiona y se posa en la parte interior del muslo un poco por encima de la rodilla.
Con esta asana se pone a prueba el equilibrio, por lo que para que esto sea un poco más sencillo se pueden estirar los brazos a los lados, o en caso de que la persona mayor no se sienta lo suficientemente segura se puede apoyar del instructor o de alguna pared cercana para que no haya riesgo de caída. De igual manera se puede tomar una postura de meditación en la que se unen las palmas de las manos a la altura del pecho.
Acompañada de esta postura se deben aplicar técnicas de respiración para mejorar la concentración en el proceso. Después de esto se tiene que repetir la postura pero con el peso en la pierna derecha para estirar ambas partes del cuerpo.
2.- Uttanasana
La Uttanasana o postura pinza de pie permite el estiramiento de todo el cuerpo, ya que se tienen que llevar los brazos hacia adelante e ir bajando junto con el torso poco a poco hasta llegar al piso. Si es posible se pueden rodear las piernas con los brazos para un mayor estiramiento.
Los adultos de la tercera edad pueden hacer esta postura hasta donde resistan el estiramiento; pueden posicionar sus manos hasta las rodillas o el piso si es que se les complica completar la postura. Lo importante es que sientan la flexión y respiren con tranquilidad y control hasta llegar a un punto de relajación óptimo.
3.- Urdhva Hastasana
Esta asana es sencilla pero muy útil para estirar, relajar y mejorar la postura. Se tiene que estar de pie con las dos plantas de los pies completamente en el piso, posteriormente se deben estirar los brazos hacia el frente a la altura del pecho con la espalda recta.
Una vez que se tengan los brazos estirados se deben subir lentamente hasta que queden a los costados de la cabeza, todo esto sin flexionarlos para nada. Así como con las otras asanas, se debe complementar este movimiento con una respiración profunda.
Cada una de estas posturas las deben realizar los adultos con apoyo para que la práctica de yoga no se convierta en una actividad peligrosa para ellos y puedan recibir los beneficios de esta disciplina.
Para tener mejores resultados te recomendamos que acudas a un estudio de yoga en donde puedas realizar estas posturas para evitar lesiones.
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