Existen muchas personas que sienten el impedimento por practicar diferentes deportes puesto que simplemente no le dan una oportunidad a las actividades de este tipo porque no están acostumbradas a ello, sin embargo, hay otras que no lo realizan porque sufren de alguna condición que disminuye su movilidad.
Por esta razón, no todos tienen la motivación para armar una rutina de yoga como lo aconsejamos en nuestro artículo anterior, especialmente las personas que tienen dolores de articulaciones o incluso problemas más serios como el artritis.
Pero algo que no todos conocen es que, debido a que el yoga es una actividad de bajo impacto, en realidad puede ayudar a mejorar ciertos síntomas para este tipo de enfermedades. ¿Tú sí estabas al tanto de ello? De no ser así, y si quieres conocer más sobre este tema, te invitamos a que sigas leyendo este artículo que preparamos para ti.
¿Cómo beneficia el yoga a las articulaciones?
Una buena condición física siempre es ideal para practicar cualquier tipo de actividad deportiva, sin embargo, algo que no todos tienen en mente es que una movilidad constante no sólo previene ciertas enfermedades, sino que también puede reducir los síntomas de algunas de ellas.
Este es el caso del yoga, el cual, como ya lo hemos visto en artículos anteriores, cuenta con una gran cantidad de beneficios para quien lo practique, desde la mejora en las condiciones respiratorias, emocionales, hasta la prevención de problemas cardiovasculares. Pero a estos beneficios también se le puede añadir el hecho de que esta disciplina alivia el dolor de las articulaciones en especial para aquellas personas que tienen problemas más graves como lo es la artritis.
¿Cómo es que la práctica de esta disciplina reduce el dolor de articulaciones? Varios estudios reflejan que el yoga mejora las funciones físicas en personas que tienen problemas y dolores constantes en sus articulaciones ya que promueve la relajación de éstas así como de los músculos de todo el cuerpo. De igual forma esto permite aumentar su flexibilidad con lo cual se elimina la rigidez que se genera por la inactividad y resulta en malestares continuos.
Debido a que el yoga no es una actividad de alto impacto realizar las posturas puede beneficiar al estar movilizando las partes afectadas sin dañarlas, ya que no requieren de esfuerzos mayores que pongan en riesgo la salud de las personas con estas condiciones de salud.
Para lograr esto se deben hacer ciertas posturas con ayuda de un profesional en un estudio como Yoga Bilbao, especialmente si se trata de un paciente que sufre de artritis, para que el impacto de la actividad no sea contraproducente y se tenga en mente las limitaciones del individuo.
Posturas para aliviar el dolor de articulaciones
Antes de comenzar a practicar yoga se tiene que considerar que hay posturas más adecuadas para las personas que tienen determinadas condiciones, y así como existen rutinas de yoga para embarazadas, para personas de la tercera edad y hasta para niños, también hay ciertas posturas que funcionan mejor para aliviar el dolor de las articulaciones en personas que sufren de ello.
Por ello, a continuación te presentamos las asanas que pueden ser seguras para ti en caso de que quieras obtener todos los beneficios del yoga que ya te mencionamos anteriormente. Lo anterior sin dejar de lado que es importante que un profesional esté en todo momento contigo para regular tu actividad y evitar lesiones.
1.- Postura de gato-vaca
Una de las posturas que puedes practicar para mejorar tu movilidad sin poner en riesgo el estado de tus articulaciones es la postura de gato-vaca. Esta asana es una combinación de dos posturas distintas, la marjaryasana y la bitilasana, en las que requiere poner ambas rodillas y manos en el suelo.
Se tiene que colocar las rodillas a la altura de la cadera y las manos a la altura de los hombros para mantener una postura como si se fuera a gatear. Posterior a ello se tiene que tomar la postura de la vaca arqueando la espalda hacia abajo a la vez que se hace un ejercicio de inhalación y se voltea la cabeza hacia arriba.
Para completar con la postura se tiene que hacer este movimiento al contrario mientras se exhala, es decir que la espalda se tiene que curvar hacia arriba para pasar a la posición de marjaryasana o postura del gato. Ambos movimientos se tienen que ir turnando con el control de la respiración.
Con esta asana la espalda se estira completamente, se estimulan y fortalecen las vértebras, los pies, manos, brazos y piernas. Es una buena postura para comenzar con la rutina de yoga.
2.- Paschimottanasana o postura de pinza
La postura de pinza, o también conocida como paschimottanasana, ayuda a aumentar la flexibilidad, especialmente de la columna vertebral, así como también fortalece los músculos de los hombros y brazos, y los ligamentos de la zona lumbar.
Para conseguir la postura de pinza primeramente se tiene que estar sentado con las piernas estiradas y la espalda recta, las manos se colocan a un costado de las rodillas para después bajar poco a poco el torso mientras se sigue con el control de la respiración. La altura a la que se tiene que llegar depende de la flexibilidad de cada persona, así que en el momento en el que el cuerpo presente resistencia es donde se debe detener el movimiento.
Las piernas y la espalda deben estar estiradas completamente para que esta postura actúe en favor de sus beneficios. Se debe permanecer en esta posición por un tiempo determinado por 5 o 10 respiraciones, pasado este tiempo se tiene que recuperar la postura inicial lentamente haciendo los mismos pasos pero ahora de manera opuesta.
3.- Postura del guerrero
La virabhadrasana, o postura del guerrero es una de las más comunes y básicas en la práctica del yoga. Existen diferentes tipos de asanas del guerrero, sin embargo nos centraremos en la más básica de todas. Para hacerla se inicia con una postura de pie con los brazos extendidos hacia arriba, después se tiene que cambiar la posición para incorporarse a la postura de pinza que explicamos anteriormente.
Una vez obtenida esta posición se tiene que estirar una pierna hacia atrás, manteniendo el pie con toda su planta sobre el piso para asegurar la estabilidad. El torso se tiene que levantar nuevamente de manera lenta y con un buen control de la respiración para después levantar los brazos y juntar las manos sobre la cabeza para estirar desde la parte inferior hasta la superior.
La postura del guerrero beneficia al fortalecimiento de las piernas y las articulaciones de las mismas, por lo que esta asana y sus variantes se recomiendan para el alivio de dolores articulatorios ya que generan un aumento en la flexibilidad y movilidad.
4.- Trikonasana, postura del triángulo
Otra postura que permite el aumento de elasticidad en la mayoría del cuerpo es el de la trikonasana, o postura del triángulo. Esta asana beneficia también el fortalecimiento de los brazos, las piernas, y la zona media del cuerpo, e incluso permite una mejor coordinación y equilibrio.
Para esta postura se tiene que estar de pie para mover una pierna a un costado con las rodillas estiradas para que ambas piernas queden extendidas y separadas una de otra. El pie derecho debe rotarse a uno de los costados, mientras que el izquierdo tendrá que colocarse en posición natural hacia enfrente.
Cuando ya se tenga esta posición entonces se tienen que estirar también los brazos hacia los lados; manteniendo la espalda recta y los brazos en dicha posición se inclina el torso y el brazo derecho para intentar tocar el pie del mismo lado. Si no es posible alcanzar el pie entonces se puede apoyar la mano en la pierna hasta donde el cuerpo permita el estiramiento.
5.- Ananda Balasana, postura del bebé
Por último tenemos la postura del bebé o la ananda balasana, una de las posiciones más básicas y sencillas en el yoga, ya que no requiere de mucho esfuerzo y genera relajación en todo el cuerpo. Es por lo anterior que se recomienda para principiantes, o personas que padecen de alguna limitación como es el caso de aquellos que tienen problemas en las articulaciones.
Lo primero que se tiene que hacer es colocarse en el suelo y acostarse boca arriba, después se deben sujetar los dedos pulgares del pie y flexionar las rodillas y los codos para quedar precisamente en una postura que simule a la de un bebé acostado.
Debido a que es una postura sencilla, suele emplearse al final de las rutinas para relajar el cuerpo completamente luego de haber cumplido con las demás asanas que ya se mencionaron anteriormente y aquellas establecidas por un profesional en un estudio de yoga.
Con la variedad de posturas que te explicamos en el artículo de hoy podrás reducir considerablemente los dolores de tus articulaciones y trabajar en la relajación, movimiento y flexión de tus extremidades con la práctica de yoga.
Ya que conoces los beneficios del yoga para las articulaciones no dudes en acercarte a un estudio de yoga en Bilbao para que te guíen a la hora de aplicar esta disciplina para mejorar tu salud tanto mental como física.